Un sutil y profundo universo

Loreto Buttazzoni

Hasta el 19 de junio se presenta en Galería Animal Interludio de Francisca Sutil, una serie de 30 obras de mediano formato que dan cuenta de su investigación pictórica de 18 meses de trabajo que se suman a los casi treinta años de infatigable búsqueda y construcción de un código visual sintético y profundo caracterizado por las transparencias, el color y las vibraciones, que no es sino la expresión visible de lo que esta artista ha tomado como leit motiv a lo largo de toda su vida: la conciencia de la evolución del hombre y por las etapas que pasamos a lo largo de la vida. Así cada color ejecutado en franjas que se repiten y se alternan activan alguna vibración del alma, dejando un halo en la memoria de quien observa.

A y L : ¿Quieres referirte al tema de la evolución en tu pintura?F S: El tema de la evolución en si fue algo que descubrí en Ouspensky a los 17 años. Para este autor, el ser humano podía crecer a partir de adquirir conciencia y así podía intentar manejar su vida y evolucionar. Tal fue el impacto de ese concepto en mi, que mi primera exposición se llamó Evolución .Desde entonces sentí que la vida que tengo es esta y no cuento con que tenga prolongación en otra. Con esta luz que me dio esa reflexión, he tratado de vivir mi vida como artista y como ente en el mundo. Esto por supuesto repercute en la pintura.

A y L: ¿Para ti los colores espejan de alguna manera las etapas por las que atraviesa el ser humano a lo largo de la vida, como lo ves?F S: Los colores dependen del contexto en que se usan . En el caso de Passage una acuarela de 11metros de ancho que expuse en el 2003, aluden a los tránsitos en las etapas dentro del proseso vital del ser humano y se van alternando de manera gradual, no abrupta. El rojo más sanguíneo que va desapareciendo en la medida que las personas van desprendiéndose de la juventud. En el proceso de envejecer aparecen grises azulados como del aire/ agua, es un color respetuoso de la humanidad es un color que no juzga. Después de este período gris azuloso, se ha ido abandonando la vitalidad para entregarse a una bondad de la vida. He oído que antes de morir hay un tiempo psicológico que puede ser infinitesimal en el cual uno puede revisar su propia vida. En este momento aparece un amarillo bien especifico, luego de este período de reflexión viene el momento en que hay un quiebre y ese tiempo es azul. Es como irse de la tierra a la profundidad del frío del mar y finalmente se apaga la luz.

A y L : ¿Ocupas medidas matemáticas como la sección Áurea que utilizaba Barnet Newman por ejemplo?F S: No, trabajo directo la tela sin un estudio previo. Hay una estructura que se forma a través del camino de la propia pintura.

A y L : Hablemos de Interludios, la serie que se presenta actualmente. ¿Cual sería el contexto personal en el que se va gestando?F S : Viajé por un año luego de la exposición del Bellas artes . Fue un viaje introspectivo, y solitario y me propuse tratar de comprender de manera mas profunda la pintura occidental. Gran parte del arte que mas me conmovió fue desde la pintura de Siena del siglo trece y todo el renacimiento, por sus colores directos, limpios y su carácter intimista y próximo cuando era en formatos pequeños. Lo que más recuerdo de la pintura del siglo XV no son los temas sino el dialogo entre los colores, los dorados, los bermellones , y los azules, me acuerdo del movimiento de los colores. Cuando volví a mi taller, seguramente había internalisado todo lo anterior y empecé en forma natural y nueva para mi, a preparar telas chicas y comencé a experimentar una relación mas directa y cercana, con la tabla, algo distinto de lo que ocurre con la pinturas de gran formato En estas pinturas que se desarrollan entre agosto del 2007 y diciembre 2008, aparece además de la verticalidad ,y la horizontalidad, otra perspectiva como entrecruces lo que produce un tercer espacio.

A y L : ¿En Interludio se percibe una vinculación con el proyecto de La capilla Cruz quieres hablar de ello?F S : El encargo de la capilla viene el año 98, trabajé en él 2 años y tuvo una repercusión en todo lo que he hecho después.. Hubo un estudio exhaustivo del año litúrgico. Aprendí que cada día tenía un color, simbólicamente. Con esa información hice una disectación con los 365 días del año, y al finalizar esta línea vi que había una gran cantidad de verde y de blanco que se refieren a los tiempos ordinarios, interrumpidos por tiempos extraordinarios en los que aparecen el morado el dorado y los rojos y entonces empecé a interpretar esos tiempos. Quise priorizar los tiempos extraordinarios y solamente mencionar los tiempos ordinarios. Hacer un balance. Después me llegó el momento de estar en el espacio arquitectónico de la capilla que es muy emocionante y que fue el inspirador para la pintura. Rescaté la idea de que hay un esfuerzo o incorporación de la divinidad de a poco en el ser humano a partir del espíritu que se incorpora de manera gradual. El mundo más humano del propósito y de la voluntad de evolucionar es un camino solo y al entender la espiritualidad desde lo religioso aparece el concepto de Dios y la posibilidad de evolucionar con la ayuda divina . Ese es un muro en la capilla y refleja algo muy profundo en mi. Los tiempos en las cosas, en la aproximación a la sabiduría .

A y L : ¿Como ves el oficio del pintor hoy en día?F S : Al ser pintor uno tiene fe en el oficio. La pintura es estar en el tiempo. Cuando uno administra su tiempo y cuando se vive el tiempo “del pintar”, hay una valoración del tiempo distinta en que poco interesa el zapping y la información inmensa e inmediata que no nos deja ver.

A y L : ¿Que te gustaría que se dijera de ti cuando ya no estés?F S : Que traté de caminar hacia la luz pero caminar hacia la luz implica estar abierta al cambio y a los continuos saltos al vacío, al menos en el camino del arte . En este recorrido hay que estar dispuesto a todo y aunque sea cliché decirlo, uno es un instrumento. Yo empiezo a sentir las cosas y después me doy cuenta de porqué las sentía. Me las revela la pintura .