Del fuego a la tierra
Judd Tully
Las obras de la serie Fuerzas de Sutil están hechas en forma de collages. Territorios de color y textura luchan por captar la atención, hasta que logran establecer una tregua inestable. Una imagen en forma de lanza, bañada en colores mostaza, roza la superficie pedregosa de un rectángulo de dos tonos. Una astilla diagonal roja al borde superior de la lanza vertical, se hunde en el césped subyacente. El espacio rectangular tiene un aspecto manso y de bajo perfil.
[…] Una forma singular se ha desarrollado en su obra reciente, una forma que se mueve y parece volar como un delfín en agua de mar. Con hocico puntiagudo y bordes serrados, la forma cambia de color con la veleidad de un camaleón. De un turquesa oscuro a un rojo lava y a un negro opaco, la lengua de color se lanza sobre el rectángulo y aterriza con tembloroso vigor.
En una de las composiciones, esta forma negra –que podríamos asimilar a una esbelta tabla de surf o a la quilla de una lancha de carreras, con la línea de un Brancusi– se extiende desde la esquina superior derecha del collage rectangular, hasta la parte inferior izquierda. Las puntas norte y sur besan los bordes de la capa subyacente, en veloz diagonal. Tres olas horizontales de color atenuado balancean el esquife. Un gran parche gris consume el centro, atrapado entre un marrón oxidado abajo, y un amarillo violento arriba. Se tiene la sensación de mirar a través de una ventana y de sentir al mismo tiempo el calor de la luz que entra y sale, a medida que uno se desplaza frente a la imagen.
[…] Una sutil línea de demarcación divide la obra de Sutil entre 1983 y 1984, augurando un cambio de estación. El trabajo inicial se mueve en espacios aislados como formas geométricas puras, talladas por la mano del artista. Los colores se disparan en tonos cálidos. Los negros y los rojos chocan. Las formas emblemáticas palpitan.
Los tonos rosa carne y azul cobalto entran y salen como si estuvieran controlados por la luna. La paleta experimenta un cambio radical, y la nueva mezcla elimina algunos de los colores más vibrantes para llegar a un rango más quieto, contemplativo. Vuelven a aparecer los contrastes verticales y cambios de intensidad, pero la base es más telúrica y más madura. Las pinturas-collages de Sutil acarician la mirada con elementos de la naturaleza.
Los cambios quijotescos de la naturaleza rondan por la obra y sitúan las formas en posturas antagónicas. El ritmo de estas formas también simula los estados emocionales de la artista. Las olas de optimismo se ven desplazadas por destellos de inseguridad. Surgen los obstáculos y la artista pondera la situación. El expresionismo se modera y aparecen líneas más refinadas. Los signos del fuego sucumben ante los de la tierra.
Extracto del texto para el catálogo
Francisca Sutil: Recent Handmade Paper Paintings
Nohra Haime Gallery, Nueva York
Diciembre de 1984 |
